Los ojos del leopardo | ¿Qué es el amor? Ensayo sobre el amor y el brillo de vivir.


Hola querido lector, espero que estés muy bien. Hoy me uno a este gran festejo literario por el tercer aniversario de “Gioreads”, un blog muy inteligente, elegante y cool. Mi nombre es Alejandro Vargas y en esta ocasión quise contar una historia muy peculiar que nos sucedió a mi familia y a mí en nuestras vacaciones por Acapulco hace ya unos ayeres, así como un ensayo dónde me pongo intenso sobre el amor jajaja….. Antes de contártelas, quiero agradecer con todo mi amor a mi gran amiga Gio por darme la oportunidad de hacer este “cameo” jejeje en su blog, sabes que mi admiración por tu talento es imprescindible ¡Qué sigan muchas más entradas! 

Ahora sí, te dejo con “Los Ojos del Leopardo” y con “¿Qué es el amor? Ensayo sobre el amor y el brillo de vivir”, espero que los disfrutes tanto como yo lo hice escribiendo, aunque no puedo decir lo mismo recordar de uno de ellos (ya verás porqué), ¡Hasta pronto! 

Los ojos del leopardo

Mi nariz lo primero que huele es a sal y a mar picado. Escucho gritos alrededor de mi pequeñito cuerpo. Siento que este se ladea y no logro entender que pasa hasta que veo que mi madre me tiene abrazado a ella, ambos con nuestros chalecos salvavidas. Entonces recuerdo todo; el objeto móvil que nos envuelve es un barco repleto de turistas, enfrente de mi hay gente con la misma cara que ponen todos. Mi padre tiene a mi hermana abrazada como lo estoy yo y el corazón de mi madre empieza a palpitar de manera constante. Aun así, no logro entender bien lo que pasa hasta que el agua comienza salpicarme la cara varias veces, calándome incluso en los ojos. Veo como dos mujeres en la parte de arriba del barco se caen con todo y sillas sobre su mismo piso de la fuerza de la marea, incluso me apena decirlo, pero una de ellas se ha orinado del susto. 

Siento que el agua entra poco a poco y así sucede cuando el barco pasa frente a la estatua de piedra de una virgen de Guadalupe que reposa en el mar. La gente se espanta cada vez más, incluso me siento en el Titanic, en cualquier momento el barco puede hundirse de un suspiro por océano. Comienzo a esclarecer mis recuerdos y observo que momentos antes, estábamos en esa preciosa isla como los últimos turistas, porque nuestro barco se había regresado al puerto y toda la demás gente ya había partido en los suyos, a tiempo de que el agua los alcance. Pero no creo que suceda lo mismo con nosotros. 

Cierro los ojos y llegan destellos luminosos de recuerdos, tengo 7 años y es la segunda vez que visito la playa, la primera vez fui a Puerto Vallarta. Estábamos emocionados antes de llegar, porque en esta ocasión visitaríamos la famosa ciudad de Acapulco en Guerrero. 

Nos había ofrecido el viaje un señor con el que nos fuimos la vez pasada. Y en la madrugada antes de irnos, llegamos a su casa con nuestras grandes y regordetas maletas llenas de trajes de baño y diversión guardada por el estrés del colegio en mis papás, mi hermana y yo. Viajamos en autobús con algunas personas extrañas y otras cuantas reconocidas de nuestra ciudad, entre ellas mi directora de la primaria junto a su familia. 

Una vez que llegamos a la calurosa Acapulco, paramos en Wal-mart a desayunar unos ricos waffles gigantescos con mermelada y miel. Nos alojamos en el pequeño hotel donde dormiríamos tres noches y salimos a conocer más partes de la ciudad. Visitamos algunos lugares turísticos como monumentos, playas, la famosa “quebradita” incluso. 

Al siguiente día iríamos a una isla muy famosa por tener un zoológico demasiado bello en su interior. Cuando trepamos a un barco repleto de los mismos turistas que nos habían acompañado en el camino a Acapulco, uno de los guías comenzó a narrarnos algunos aspectos importantes del mar. También, en medio de las tablas del transporte, había un cristal que dejaba asomar todo lo que navegaba bajo nosotros ¡Sorprendente! Nuevamente él mismo nos decía cuales especies abundaban, su alimentación, algunas plantas que habitaban también. Mis papás, mi hermana y yo estábamos fascinados… 

Me espanto y vuelvo a concentrar mis pupilas en los chalecos salvavidas naranjas chillantes que veo puestos sobre mis compañeros turistas. El barco comienza a ladearse todavía más. Pareciese que el mar se hubiera estirado como una liga para dificultar nuestro regreso. Y poco a poco vuelvo a hacer recapitulación de todo, a pesar de que el sueño me quiera vencer. Quiero dormirme, pero los gritos de las señoras lo imposibilitan, me recuerdan a esa guacamaya que hace dos horas vi en el zoológico. Estaba de un plumaje espectacular, parecía un licuado de plumas color rojas jade y un azulado de manera a acuarela.
Algunos otros animalitos que pudimos apreciar, fueron cocodrilos dormilones y panzones, enojados de que los fueran a visitar. Había peceras con pescaditos multicolores, tiburones viejos. Además de algunas otras especies, el animal que más me gustó fue un leopardo manchado que me miraba triste desde su jaula. En su mirada sentí una conexión que nunca antes había sentido en mi corta vida, pues era un niño y los adultos muchas veces piensan que a esa edad, no tenemos la capacidad de sentir compasión ni conexiones con animalitos o con personas. Me limité a verlo, era lo único que podía hacer, porque incluso y fuera un hombre grande, el leopardo y yo éramos especies distintas, él tan salvaje para mí, cómo yo lo podía ser para él.  

Saliendo del zoológico compré una gorrita de fomi, comí papas fritas y soda en algún restaurante porque odio el pescado y entonces comenzó a sonar una especie de alarma no tan escandalosa. Los trabajadores dijeron que teníamos que abandonar la isla ya que la marea alta estaba por subir como espuma y una vez arriba, no podríamos regresar al puerto después de casi una semana entera. 

Se nubló el cielo. Los animales comenzaron a gritar presintiendo el apresurado paso del agua. Quise despedirme del leopardo, pero ya habían cerrado las puertas del zoológico. Las personas comenzaron poco a poco a desalojar la isla en sus barcos, sin embargo el nuestro no llegaba por nosotros. Éramos los últimos, la gente comenzó a sudar no por calor, sino por preocupación… 

¡Pam! Siento un golpe fuerte del agua hacia el barco y nuevamente visualizo como el agua helada me roza incluso el cuello, parece que está logrando entrar. Mis ojos recuerdan a los del leopardo y al imaginarlos todo se torna oscuro… 

Cuando despierto, me encuentro en el puerto bajo una palmera y el regazo de mi padre. El sol encandila fácilmente y el piso de piedra se siente tan caliente como los hielos que se deshacen en el agua de coco de mi hermana, que está junto a mi madre y su cara de angustia. 

Al parecer logramos llegar al puerto antes de que la marea lograra entrar por completo con esos ladeos en el barco. El sueño me había vencido tal cual niño de mi edad y me había dormido a pesar del caos evidente a mi alrededor. Poco tiempo después supimos que en ese mar había muerto muchísima gente y que habían desaparecido barcos que nunca lograron regresar al puerto. 

Sin embargo nosotros habíamos llegado sanos y vivos, bueno, con un pequeño susto que costó terapias sacarlo de nuestra familia, sin embargo fueron los ojos del leopardo que me miraron con compasión, los mismos ojos que Dios puso en nosotros para que llegáramos a salvo. 


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¿Qué es el amor? Ensayo sobre el amor y el brillo de vivir. 

A veces me pregunto en la soledad de mis noches y en el deseo de mi existencia ¿Qué es el amar? La respuesta que mi corazón palpita de forma indirecta y brillante, es la misma que me ha dado la razón. 

El amor es un sentimiento tan grave como un fuerte resfriado, tan bello como una hermosa bailarina y tan fuerte, capaz de afrontar las más crueles batallas y las peores traiciones como un soldado. Mi pensamiento entonces se complementa hacia la parte más preocupante de todos: ¿A quién debemos de amar? La sociedad nos dicta que debemos de amar solamente a una persona, llámese por su apariencia alejándose por su fealdad. Cuidándose por su dinero y retirándose por su pobreza. ¡Pero no! Basta con decir que amar a una persona no es solamente sexo y pasión. Es poder entregarte en cuerpo y alma para que él o ella sienta tu compañía, que reconforte sus momentos débiles. Es dejar nuestro egoísmo a un lado, sacrificarnos con gusto por el mero hecho de sentirnos completos, disfrutar la presencia de una mano junto a la tuya viendo un espectacular amanecer. 

Claro que he llorado también. Me han defraudado, han pisado mi corazón y han apuñalado mis sentimientos ¿Pero porque sé que eso me alimenta más? Porque esas experiencias me hacen más fuerte, son inyecciones dolorosas con efectivo antídoto que nos abre los ojos y nos refleja los glóbulos rojos que gritan ¡Estás vivo! Y el amor es sentirse así, vivo. Sumándole a la fuerza de vivir grandes experiencias y llorar por aquellas dolorosas. 

Por lo tanto concluyo que: 

El amor es una mamá hablándole a su bebé, una canción romántica, un desayuno junto a tu abuela escuchando las historias de toda una familia o un paseo junto a esa persona que amas y en la cual has pintado tus deseos más sinceros.
Es esa flecha que señala a sus labios a leer un “te amo” seguido de la acción a la que corresponde, no de olvidar. Agarrarse de la mano frente al espejo de la vida intacta, esa conexión a ciegas y silenciosa en el cine, en la Navidad, en el avión y en la presencia de la prueba de la dupla de sinceridad con fidelidad.

También es sentir esa sonrisa en mis noches de insomnio, en las cuales nuestro calor se unifique formando un escudo que nos proteja de aquellos monstruos de la sociedad, aquellos miles de miedos, de inseguridades. El amor entonces es poder tenerte a mi lado, dar sin medida y que la única recompensa sea el estar juntos por una eternidad, hasta que deje de existir una sola gota del amor.



¡Lectores! ya casi acabamos el maratón de este aniversario, pero no podía faltar esta personita super especial, soy sincera nos conocimos en la FIL del año pasado, sólo como 1 o 2 hrs y de la nada baam, somos el duo dinámico jaja. De verdad agradezco a Alex por esta entrada super cool, de compartir dos de sus relatos y que me quede fascinada con el gran talento que tiene este hombrecillo. Te quierooo amigo (momento cursiii). Les mando un abrazo enorme lectores y nos vemos aún mañana. Besoooos 💋

CONVERSATION

1 Comments:

  1. Gracias a ti por dejarme formar parte de tu festejo, te quiero best jaja. :)

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